Historia
Antecedentes y derrotero de la Sociología en Paraguay
La historia de la Sociología en Paraguay puede resumirse en algunos periodos claves de la disciplina. Su caracterización no pretende establecer un desenvolvimiento unilineal con etapas concluidas pues, en todo momento incluyendo el presente, se constata en su devenir rasgos de realidades pasadas y elementos de escenarios futuros.
Desde este enfoque, algunos hitos centrales establecen los rasgos del desarrollo del campo de la Sociología en el país, a saber: i. un período histórico, ii. quiénes escriben, iii. lo que se escribe, iv. los métodos, v.la institución de enseñanza, vi. la profesionalización y, vii. los espacios de publicación.
La secuencia muestra que en cada período pueden registrarse rasgos que consolidan tendencias del período anterior, así como otros iniciales que se entroncan con el siguiente.Un primer y largo período transcurre desde la posguerra de 1870 hasta inicios de la década de los años sesenta del siglo XX. La etapa inmediatamente posterior al final de la Guerra de la Triple Alianza, se caracteriza por la apertura de la primera cátedra de Sociología en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), en la década de 1880. Durante este periodo aparecieron publicaciones previas a las específicamente sociológicas, de carácter más bien etnográfico, cuyos autores constituyeron referencias de partida para pensar la realidad social paraguaya en una etapa posterior (Heisecke, 1965).
La primera cátedra en la universidad dio las bases para los primeros apuntes y escritos de la materia, con profesores eminentes –varios del Colegio Nacional de la Capital, todos varones–, lo que fue definitorio para la entrada de la Sociología al país. Los textos en cuestión fueron básicamente recuentos de las perspectivas vigentes en el ámbito europeo y en la región rioplatense, de anclaje positivista. La cátedra referida hacía parte de una actividad más de la vida profesional de los catedráticos, por lo que, consecuentemente, no generaba las condiciones para la investigación (además de la docencia). La producción local se traducía en manuales de cátedra y artículos en las escasas revistas vigentes, en su mayoría de misceláneas académicas. Es un periodo centrado en la transmisión teórica (Heisecke, 1965).Un segundo período y más breve que el anterior, parte de inicios de la década de 1960 hasta finales del régimen autoritario en 1989. Desde inicios de la década de los sesenta del siglo XX, el país atravesó por procesos vertiginosos y relevantes de cambio social que se prolongarán hasta finales de la década de los ochenta. Su principal característica fue una transformación conservadora del modelo productivo y de la organización institucional del poder político y el Estado.
El régimen autoritario de Alfredo Stroessner (1954-1989) fue el protagonista central de ese proceso, aunque diferentes actores y tendencias disputaron con más o menos fuerza las relaciones de poder en ese periodo. Éste fue el escenario de la profesionalización inicial de la disciplina y la institucionalización académica de la carrera, con la emergencia de algunos protagonistas claves. En este marco, un factor influyente en el desarrollo de la Sociología en América Latina, fue la conformación en la postguerra desde 1945, de organismos internacionales que tuvieron como objetivo la cooperación con países en vía de desarrollo –agrupados en lo que se dio en denominar el “tercer mundo”–, con miras a su desarrollo económico. Algunos de estos organismos, como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), impulsaron la fundación de organizaciones regionales y locales –entre las que se hallan la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y otros– en cuyo marco surgieron o se fortalecieron espacios de producción y difusión de las ciencias sociales (Castro, 2018).
En Paraguay se funda en dicho periodo, específicamente en 1964, el Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos (CPES). Éste, además de constituirse como una entidad para la investigación científica, instaura la publicación de los trabajos de investigación emprendidos en el naciente espacio institucional con un formato académico a través de la emblemática Revista Paraguaya de Sociología (RPS) y de libros con el sello editorial del CPES. Dos procesos tienen lugar y se desarrollan tanto con la fundación del CPES como con la edición de la RPS: i. se constituye un centro de investigación y de formación bajo la premisa de la producción académica basada en una metodología científica, y ii. el ejercicio de la profesión constituye, para los integrantes del espacio institucional emergente, el principal medio de ingresos.Inician los estudios y análisis de la sociedad con evidencias empíricas, fuentes de información estadística y también con enfoque cualitativo; quienes producen y escriben ya no son sólo varones e inicia el despliegue de temáticas.
La Sociología por lo tanto se convierte en una profesión en vía de consolidación. Si bien la formación inicial de los investigadores e investigadoras era de las carreras de Derecho, Filosofía, Psicología, Estadísticas o incluso el Profesorado de Lenguas, los trabajos con enfoque interdisciplinario que tenían lugar en el CPES, principalmente, abrieron la posibilidad de un proceso de formación, especificación y consolidación del campo científico de la Sociología. Una temática recurrente, dominante -y casi única- fue la agraria, desde la década de 1960 hasta inicios de 1980.El naciente proceso de institucionalización y la necesidad de contar con profesionales cuya formación de base fuera de la disciplina, repercuten en dos hechos. El primero, la constitución (en los papeles) de la Escuela de Ciencias Sociales en el seno de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) para impartir la formación en la carrera de “Ciencias Sociales”, proyecto que no tuvo curso debido al veto del régimen autoritario. El segundo, la apertura –debido al truncamiento del proyecto en la UNA– de la carrera de Sociología en la Universidad Católica (UC), de Asunción, en el año 1972 y cuyo funcionamiento se extendió hasta el año 1983, cuando la admisión se cerró por presión externa e interna en esa universidad (Robledo, 2014). Este proceso plantea una de las primeras disputas al interior de la emergente comunidad de la disciplina entre cuyos ejes se hallaba el problema de la tutela eclesial de la formación disciplinaria y la aparente neutralidad del CPES respecto del escenario crítico del régimen autoritario vigente.
En consecuencia, se dará la apertura de otras entidades alternativas a aquel, vinculadas principalmente a la cooperación externa.Un punto relevante es el decenio de 1975-1985, establecido por las Naciones Unidas como dedicado a la mujer y el surgimiento del interés por el conocimiento de la situación de las mujeres y la elaboración de propuestas para su promoción. En el escenario paraguayo, aparecen estudios sobre la cuestión laboral de las mujeres y, en menor magnitud, su acceso educativo. A pesar de cierta irregularidad de las publicaciones sobre la temática, para el año 1987 se detectaron 174 títulos relacionados a la mujer (Corvalán y Centurión, 1988). El CPES jugó un papel clave en los estudios sobre la mujer: con Graziella Corvalán y otras se funda el Grupo de Estudios de la Mujer Paraguaya (GEMPA) y surgen publicaciones para el tratamiento y difusión de la temática (Santa Cruz, 2013).El tercer período es de la transición política que inicia en 1989 (post- stronismo) a la actualidad (2020), esto es, inmediatamente posterior al régimen autoritario, desde mediados de los años noventa del siglo XX, hasta finales de la segunda década del siglo XXI. En este periodo tienen curso los procesos de consolidación académica y de agremiación profesional de las ciencias sociales.
En efecto, se reabrió la carrera de Sociología en la Universidad Católica en el año 1993 (cuya aprobación tuvo lugar en el año 1992), así como se implementó el proyecto -. censurado durante la dictadura- de la Escuela de Ciencias Sociales bajo la dependencia de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNA (donde la primera cátedra de la disciplina se había abierto hace más de un siglo) habilitándose la carrera de Ciencias Sociales en el año 2003 (el plan de estudios fue aprobado en el año 2002). La temática de la mujer se expandía pues aparecen estudios sobre la participación política, así como empezaba a cobrar fuerza la categoría de “género” en el tratamiento de la problemática de aquella, ya que su situación se inscribe en relaciones sociales y políticas que ameritan su atención, tanto académica como política, adquiriendo también, por lo mismo, inusitado impulso el movimiento feminista. Desde 1991, la cuestión de género es tratada por medio de eventos académicos que tienen por objetivo visibilizarla en la universidad y en la sociedad (Santa Cruz, 2013).
No menor es el proceso de fundación de nuevas entidades y organizaciones abocadas a la investigación en ciencias sociales -no centradas solamente en la Sociología-, motivadas por la complementariedad interdisciplinaria y establecieron por meta enfrentar las demandas de investigaciones y consultorías con estándares profesionales. El objetivo es también superar el rezago epistémico en el escenario internacional (Ortiz y Galeano, 2015). La constitución de un capítulo paraguayo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Red CLACSO Paraguay) expresó esta aspiración de asociación entre centros que aglutinan profesionales con vocación científica. El Primer Congreso Paraguayo de Ciencias Sociales organizado por la Red CLACSO y que tuvo lugar en Asunción en julio de 2017, fue un hito histórico en términos de maduración, así como de proyección de las ciencias sociales.
En este marco, finalmente, se funda en el año 2018 la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) en la Universidad Nacional de Asunción, logro histórico cuyo soporte social fue la lucha de los trabajadores y trabajadoras sociales que disputaron por mucho tiempo la autonomía institucional de la formación disciplinaria, más la desanexión de la carrera de Sociología de la Escuela de Ciencias Sociales, dependiente de la Facultad de Derecho de la UNA. El proceso de autonomización que marcaron a las ciencias sociales durante las dos primeras décadas del siglo XXI conllevaron la fundación de agremiaciones profesionales que jugaron un papel fundamental en la nueva institucionalización de las diferentes disciplinas 1 (Demografía, Trabajo Social, Ciencia Política, Historia, Antropología y, más tarde, Sociología).
La FACSO, por ello, es una de las formas que adquiere el nuevo marco institucional de consolidación de la Sociología. La otra es su agremiación profesional. A propósito, el aumento de la demanda de formación universitaria en las disciplinas de las ciencias sociales –producto de la expansión de la educación secundaria con la reforma educativa de los noventa–, así como el impulso profesional que cobró la Sociología con nuevos órganos de publicación y con vinculaciones internacionales de los sociólogos y sociólogas, dieron lugar a la necesidad de la agremiación profesional.
El surgimiento, en el seno de dos disciplinas “primas hermanas”, la politología y la antropología, de sendos espacios de agremiación de profesionales con el propósito de su consolidación como campos académicos y de promover la visibilidad pública, desembocó en la fundación de la Asociación de Ciencia Política del Paraguay (ACIPP) y de la Asociación Paraguaya de Antropología (APyA) respectivamente, constituyendo el antecedente inmediato de agremiación y colegiatura de la disciplina de la Sociología.Es así que, tras el devenir de una larga trayectoria del campo sociológico, de la mano del compromiso de los profesionales y las profesionales respectivamente, tiene lugar la fundación de la Asociación Paraguaya de Sociología (APS) el 28 de diciembre de 2019, constituyendo el corolario de un proceso de institucionalización y profesionalización de una disciplina cuyo despunte en el espacio académico paraguayo data de finales del siglo XIX.
1* El primer antecedente es la fundación de la Asociación de Estudios Paraguayos (AEP) que perdió fuerza después de su primer congreso, en octubre de 1995. Desde la época tuvieron lugar la fundación de la Asociación Paraguaya de Estudios de Población (ADEPO), y luego, en la década que inicia en el año 2000, se sucedieron asociaciones como la Asociación de Ciencia Política del Paraguay (ACIPP), la Asociación Paraguaya de Ciencia Política (APCP), el Comité Paraguayo de Ciencias Históricas (CPCH) y la Asociación Paraguaya de Antropología (APyA).